El laberinto del fauno

Una historia que convence desde el principio hasta en lo inverosímil de su misma trama: bèlica y sobrenatural, recreando dos mundos paralelos: uno màgico y misterioso, el otro crudo y atribulado. Una pelicula que brinda lecciones, que abre las puertas a lo inaudito, a lo cruel y a lo bello, una película que embelesa con sus melodías y que recuerda temores de pubertad y adolescencia: que asusta y tranquiliza, que motiva y desmotiva, que hace brecha entre la confianza y a la desconfianza, y que, dependiendo de la susceptibilidad del espectador, hacer derramar una lágrima de tristeza y otra más de alegría. Quizá el film este dividido en dos partes: una para público infantil y la otra para publico adulto, o quizá los niños solo debieran cerrar los ojos ante la crudeza de algunas escenas y abrirlos ante la magia y sonrisa de una niña que es protagonista. En fin, motivos hay de sobra para ver esta aventura donde los faunos, hadas y reyes, atropellan a la realidad con sus sobrenaturales cosas y de paso, aunque sea unos instantes, nos llevan a nuestros añorables primeros años de vida, donde todo es posible.